Para gestionar equipos de forma avanzada y alcanzar una elevada perfomance es necesario abordar tres claves de trabajo:

W- WIN

E- EMOTION

T- TERRITORY, TEAM, MY PROYECT, MY EXPERIENCE

W- Debemos preguntarnos las implicaciones que tiene GANAR y los escenarios de conflicto-posibilidad que se crean tanto para el entrenador como en el jugador cuando se gana o se pierde. Comprender y dialogar sobre las oportunidades latentes, siempre presentes, significa estar abierto al aprendizaje continuo.

¿Es lo mismo ganar que lograr un resultado a favor?

¿Qué papel juega en nuestro quehacer  los resultados (marcador)?

¿Qué pasa cuando nuestros intereses personales no coinciden con los intereses/necesidades del jugador?

El marcador por sí solo no es indicativo para realizar una valoración válida. Necesitamos un análisis cualitativo más  integral, que contemple más variables.

E- Debemos comprender qué EMOCIONES facilitan tanto en el entrenador como en el jugador la emergencia del talento y cuáles lo dificultan.

Emociones que bloquean el talento: miedo, rabia, culpa, tristeza….. son patrones emocionales que me limitan, me sofocan, no me dejan crecer.

Emociones que posibilitan el talento: confianza,  entusiasmo, pasión, energía… a través de ellas construimos espacios de aprendizaje y desarrollo, para que el jugador pueda salir de su zona de confort y expanda su potencial.

¿DESDE DÓNDE ACTÚO?

¿Qué pasa en mi experiencia vital como entrenador si me sitúo desde la rabia, desde el miedo, desde lo que falta?

¿Qué pasa en mi experiencia vital como entrenador si me sitúo desde los recursos que tengo, desde la oportunidad de desarrollo que puedo encontrar en cada reto que me toca afrontar?

 ¿Cómo me relaciono con el jugador desde las diferentes posiciones?

T-  Como entrenadores debemos preguntarnos ¿qué  tipo de TERRITORIO  construimos con el jugador?Debemos hacerlo comprendiendo cómo se construye ese territorio primero en uno mismo.

En la interacción entrenador – jugador, en lugar de focalizarnos en lo que te voy  a dar o en lo que tienes que hacer,  tenemos que poner la mirada en ¿qué escenarios estamos construyendo juntos? Esta posición genera confianza, compromiso y permite crear espacios en los que no solo se desarrolla el jugador sino también el entrenador.

LA TAREA DEL ENTRENADOR ES APRENDER ENSEÑANDO. CONOCER Y CONOCERSE, DESCUBRIR EL TERRITORIO Y DAR UN SENTIDO COMPLETO A LA IDEA DE GANAR.

Un entrenador que se construye con esta mirada protagonista y abierta al aprendizaje potencia sus recursos personales y actúa como una fuerza creativa en su medio, generando un entorno de alto rendimiento. En ese espacio aflora el talento y  la innovación. Competir entonces es un reto, una invitación y no una amenaza.

María Ruiz de Oña

SelfInstitute

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