Hoy en día hay mucha literatura sobre liderazgo y ésta empieza a ser ya una palabra manida que poco a poco va perdiendo fuerza. Quizás por esa razón sea necesario hacer una reflexión sobre el sentido y la razón de ser del liderazgo hoy en día en nuestras organizaciones.

Han sido muchos los apellidos que se han ido poniendo al liderazgo, desde aquellos liderazgos democrático, autoritario y laisser fair a un liderazgo transformacional, que buscaba el desarrollo y empowerment de las personas.

En los inicios del siglo XXI, Freddy Kofman propone una nueva visión del liderazgo centrada en el autoconocimiento; es el liderazgo consciente, que conjuga tanto fuentes de Oriente –mirar el mundo de dentro a fuera- como de Occidente -mirar el mundo de fuera a dentro-.

A estas ideas se une el liderazgo compartido que busca potenciar la inteligencia colectiva y la horizontalidad en las organizaciones.

Sin embargo, aunque la teoría nos ofrece muchos tipos de líderes ¿qué pasa en la práctica? Sufrimos un momento sin líderes a nivel político, social y educativo y quizá esta ausencia se deba entre otras cosas a que no hay nuevas ideas ni nuevos compromisos, porque no hay renovación y al final, todo suena a lo mismo. En mi opinión, la palabra líder esta devaluada, parece que cabe todo y no todo es liderazgo.

Cuando esta situación se sucede en entornos sociales, políticos y educativos también ocurre en todo lo demás y el mundo del deporte no se queda fuera, porque es un hito social que pertenece a todos esos ámbitos. Por ejemplo, en el Mundial de México 86, ¿Maradona era el líder? Todos decían que sin Maradona no hubieran ganado. ¿Esto es propio de un líder? ¿El papel de un líder es este? ¿Qué hace un líder? y ¿qué pasa cuando un equipo pierde de repente el referente que mete los goles? ¿Qué ha dejado? ¿Qué soporte ha quedado para que el equipo  juegue bien, a lo mejor no mete tantos goles, pero sigue siendo un buen equipo?

Algo que me parece importante si catalogamos a alguien de líder es que las acciones de liderazgo tienen que sostenerse en el tiempo, porque un liderazgo verdadero deja huella. Uno se da cuenta que con alguien ha aprendido cosas que le sirven para siempre. Y por supuesto, no podemos olvidar la dimensión social del líder. Éste está comprometido con su equipo y está comprometido con permitir que ese equipo crezca, se transforme y afronte los retos con los que se ha comprometido.

En el mundo del deporte, muchas veces se confunde éxito y liderazgo y no son lo mismo, hoy enfocamos a la figura del líder, como la persona que tiene más éxito mediático y, por el contrario, la función del líder es otra.

Llamamos liderazgo a muchas cosas que no lo son. A veces ponemos la carga en lo que pensamos que deben ser ciertas actitudes de líder sin entender qué se está liderando. Si no se comprende el liderazgo, los líderes que aparecerán también serán líderes que no están atendiendo a la necesidad real de una organización o equipo, porque no se está comprendiendo dónde tiene que enfocarse su liderazgo.

El líder aparece en un contexto de necesidad, de cambio, un escenario complejo… la complejidad de las situaciones críticas son el caldo de cultivo donde los líderes emergen para llevar a una organización a que responda a esa sociedad critica. El líder tiene la capacidad de actuar sobre un sistema para responder a un reto, a una necesidad de cambio y crear en esa respuesta acciones perdurables en el tiempo; esos son los líderes. Si hablamos de líderes y procesos de liderazgo hablamos de Transformación, Perdurabilidad en el tiempo y Acción social.

Las Organizaciones como los clubes de fútbol, son organismos vivos, que va  modelándose a través de un proceso que nos lleva a definir lo que estamos modificando, un proceso que poco a poco va consolidándose y al que hay que continuar dando forma con la vinculación diaria, creando un modelo, un estilo propio que represente al club.

En todo este proceso de evolución organizacional, el liderazgo ejercido por las personas es el principal motor de cambio.

Finalmente, ¿qué tipo de liderazgo es el que hoy puede transformar y  crear condiciones que permitan crecer y construir equipos competitivos? Tengo muy claro que es el liderazgo que se vive en primera persona, con sus luces y sus sombras, que se vive como un proceso vivo, que está vinculado y es coherente con mi manera de estar en el mundo. Eso es lo que da estructura al liderazgo, si no será un liderazgo estéril.

Un líder que tiene pasión, transmite la pasión; un líder que tiene amor, transmite amor; un líder frustrado, transmite la frustración.

María Ruiz de Oña

AIPAF

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