Johan Cruijff esta reconocido por su visión sobre el fútbol atractivo y dominante, pero poca gente conoce su filosofía de formación. En los últimos cinco años Wim Jonk y yo tuvimos el honor de captar esa filosofía y desarrollarla tanto en teoría como en practica convirtiéndola en un método integral y holístico que tiene valor para las futuras generaciones de futbolistas.

El mundo de fútbol esta cambiando rápidamente. Nuevos mercados gigantes se están abriendo como China, India y los EEUU. El fútbol se esta convirtiendo cada vez mas en un juego que se parece mas al ajedrez en el que la calidad defensiva y física  mejorada hace que ya no existan países débiles. No obstante se esta creando una distancia económica y deportiva cada vez mas grande entre los mejores clubes en Europa y “el resto”. En general los presupuestos de los clubes  mas ricos están subiendo. A la misma vez hay cambios importantes en la sociedad que afectan a todos los demás clubes. Aunque con dinero se compran jugadores, si no tienes ese dinero se debe encontrar otra forma de obtenerlos. La formación de jugadores es la sangre que corre a través de las venas del mundo futbolístico. Por lo tanto tenemos que darnos cuenta de los cambios sociales que afectan el comportamiento de los jóvenes de hoy en día. Primeramente la tecnología tiene un papel muy importante causando no tan solo un descenso de la actividad física de la juventud sino también, en combinación con empeoramiento de su nutrición, obesitad entre jóvenes. Además el uso intensivo de tecnología afecta la manera en que los jóvenes aprenden. Otro factor importante en los países nórdicos de Europa es que el fútbol de calle esta desapareciendo. Es decir estamos perdiendo el juego libre y la practica auto-regulada que siempre ha sido un ingrediente impecable para el desarrollo de los jugadores de élite en la historia de fútbol.

Mientras que en el mundo del fútbol invirtamos miles de millones en fichar a jugadores y a la construcción de facilidades cada vez mas modernas, estamos olvidando de invertir en la formación. La pregunta que todavía me hacen frecuentemente es: ¿qué sentido tiene formar? Los súper talentos no se crean sino son nacidos.”   Y siempre tengo dos respuestas  que están basadas en la lógica y observación empírica. Sabemos gracias a muchos años de investigación científica que el debate naturaleza versus crianza no ha tenido ganador. La conclusión en este momento es que tanto factores genéticos como factores ambientales influyen en el desarrollo de talento. Podemos estimar que el 60% pertenece a los genes y el 40% se debe al ambiente. Observación empírica nos dice que los clubes que invierten absolutamente y/o relativamente la mayor cantidad de dinero en la formación tienen éxito respecto a la producción de jugadores competitivos que forman parte de la selección.  Por ejemplo el Ajax, el Barcelona y el Athletic pero también clubes menos conocidos como el AS Trençin, doble ganador consecutivo de la Liga y la Copa nacional Eslovaca, invierten en la formación y tienen un buen porcentaje de jugadores de la academia en sus selecciones y consiguen buenos resultados.

Si podemos concluir que formar tiene sentido, la siguiente pregunta es ¿ en que ambiente de aprendizaje debemos formar? Se pueden distinguir dos perspectivas principales del desarrollo de talento en el fútbol: el paradigma del equipo y el paradigma del jugador. El primero es el actual paradigma en el mundo de formación  y centraliza el desarrollo del equipo.  El segundo centraliza el desarrollo del individuo. En el paradigma del equipo los jugadores forman parte de un equipo que esta construido basándose en la fecha de nacimiento (grupo de edad). Cada año el jugador progresa a otro equipo y el método de aprendizaje se basa en progresiones anuales. Esta perspectiva ha contribuido a crear muchos jugadores fantásticos. Pero tenemos que tomar en cuenta que ellos, sin excepción, hicieron un esfuerzo tremendo para mejorarse técnicamente fuera de los cuatro muros del club. Como hemos concluido que los cambios en la sociedad disminuyen la calidad y cantidad del autodesarrollo de la formación técnica y física, necesitamos compensar esa perdida.

Esta compensación es posible a través del paradigma del jugador. En este paradigma todo el ambiente de aprendizaje es organizado alrededor del jugador. El jugador es una persona, un humano, un sistema abierto. El objetivo de la academia es ‘producir’ el futbolista total (un concepto de Cruijff) en los aspectos técnicos, tácticos, físicos y mentales (comportamiento, cognición).  El jugador pasa por un proceso biológico de 6 a 19 años en donde la clave del desarrollo del jugador es el desarrollo de su cerebro.  El proceso tiene subidas y bajadas, tanto por factores internos (técnicos o físicos ) como externos (desafíos sociales). El proceso biológico del crecimiento de futbolistas es non-linear.

“Nunca he visto a un equipo haciendo su debut, siempre son jugadores individuales”

Johan Cruijff

Aunque el paradigma del equipo ha traído resultados, es menos apto para un proceso non linear. También esta comprobado científicamente que perdemos talentos en nuestras academias. Talentos que después de años aparecen en la élite del fútbol mundial, o se pierden para siempre. La comprobación está en el fenómeno que se llama el efecto de la edad relativa que consiste en la menor presencia en un ámbito determinado de los nacidos en los últimos meses del año.

En el Champions y en La Copa del Mundo, la distribución entre jugadores nacidos entre enero y junio por un lado y jugadores nacidos entre julio y diciembre por otro es mas o menos 55%-45%. Al contrario en la formación profesional esta distribución es 75%-25%. La explicación es que hay dos ventajas que existen en la juventud: cuando un jugador nace en enero y otro en diciembre del mismo año el primero tiene una ventaja física por que es casi un año mayor. Además tiene una ventaja de entrenamiento acumulado de un año mas. Estas ventajas desparecen cuando los jugadores llegan a ser adultos.  Hay dos motivos principales que causan que los jugadores que tienen mas calidad actual sean preferidos a los que tienen mas calidad potencial y es el motivo económico y el motivo de motivación intrínseco del entrenador. La diferencia entre los sueldos de entrenadores en la formación y en el fútbol profesional de los primeros equipos es tan grande que hay un estimulo para entrenadores formadores de subir a equipos superiores. Es comprensible y lógico. Además hay entrenadores formadores que tienen la ambición de ser entrenador de un primer equipo adulto. Ningún problema tampoco. ¿Pero cómo se sube de la academia a un primer equipo? Pues en el paradigma del equipo es sencillo: si ganas la gente se fija en ti, y por eso seleccionas los mejores jugadores de ese momento particular, y si el club te promociona, es un estímulo para los demás entrenadores para ganar. El ganar, como Cruijff dijo es algo que esta dentro del alma de juego y así también dentro de cada jugador, pero el ganar nunca tiene que ser el principal objetivo de un formador.  En el paradigma del jugador cuenta solamente una cosa: ¿como podemos usar el partido del sábado como medio para mejorar cada jugador? Las decisiones que se toman desde el punto de vista de esta perspectiva pueden ser totalmente distintas y es más, pueden provocar una derrota. Subir al mejor jugador de sub 15 a sub 16 es malo para el sub 15 pero bueno para el jugador, mover al defensor central al medio campo para mejorar su ritmo y toma de decisiones puede ser malo para el equipo pero bueno para el jugador etc.

Cuando Cruiff tenia 16 años su formador Jany van der Veen le mando a un club de atletismo por que ya sabia que con 17 años Cruijff haría su debut en el primer equipo del Ajax y necesitaba un poco mas de fuerza y velocidad. Esa decisión del formador era mala desde el punto de vista del U17 pero para el individuo Cruijff la mejor decisión.

Si añadimos la perspectiva del jugador a nuestra tradicional manera de acercar la formación es probable que veamos mas desafíos y posibilidades para  mejorar a nuestros jugadores. Esas posibilidades consisten en la organización, los métodos de entrenamiento y el manejo de los recursos humanos entre otros. El hecho que apenas no se producen atacantes nos tendría que abrir los ojos.

Yo estoy convencido que hay mucho por ganar y que podemos cooperar para crear ambientes de aprendizaje óptimos y seguros.

Ruben Jongkind, Mayo 2016

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